jueves, 26 de febrero de 2015

"El gran desastre"


Un señor llamado Kevin iba todos los días a media noche al cementerio para ver las tumbas de sus hijos y de su esposa.
Cierto "Halloween", allí estaba, como de costumbre. De repente, algo chocó contra su pie; cuando lo miró, era un esqueleto destrozado. Después, salieron dos fantasmas de las tumbas de sus hijos; uno le dijo que lo siguiera o moriría.



Iban caminando y ven un castillo enorme a unos metros.
Al llegar, les saludó un hombre vestido de negro, amable y muy educado; le ofreció a Kevin que se sentase; luego llegaron dos chicas: una, espantosa, con la piel blanca, llamada Belinda; y la otra, Vanesa, muy normal. 
Fueron ambas a la cocina y le trajeron comida.
- Señor, para que usted no pase hambre, le traigo una sopa de huesos humanos. ¡ Disfrútela!
La segunda, muy sonriente, le acercó una paella deliciosa.
Tenía que elegir un plato y, naturalmente, fue el segundo, más normal, y de una chica que no atemorizaba a nadie.



Era impresionante,estaba riquísima. El problema fue que tenía que seguir a la sirvienta hasta su futuro hogar. Acepta, aunque no entiende nada; sabe que, si no lo hace, morirá y, además, la mujer parece normal.
Tras dos días de caminata, ella está triste, no quiere que sufra; él le pregunta:
- ¿Qué te pasa, Vanesa?
- No me tendrías que haber elegido, no quiero que lo pases mal por mi culpa.
- ¿Por qué? Si eres como yo, de lo más normal.
- No me dejan decirlo, pero que sepas que me manda Alberto, yo no haría algo así.
- Alberto, ¿quién es?
- El hombre que va de negro. ´Me secuestró y, de no hacer lo que te impone, amenaza con matarte. Siempre que he intentado escapar, me pilla.
Por fin llegan a un piso normal.
- Aquí es donde vas a vivir.
- ¿Y ese señor?
- Va a ser nuestro compañero, es muy desagradable. Te mirará con un ojo fijamente, lo que impone.
- ¿Me va a hacer algo malo?
- No, para nada. Si te da la sensación, no te preocupes.
- Vale, lo tendré en cuenta. 
- Tengo que irme, vendré a verte por las noches.
Lleva dos semanas con ese individuo y está desesperado. ¡No aguanta esa mirada!



- No puedo más. Podemos hacer una cosa y saldremos ganando, tanto tú como yo.
- Podemos acabar con él y enterrarlo en el suelo.
- ¡Eso es una locura! No nos saldrá bien, nos pillarán seguro. - dijo la chica.
- Después podemos vivir juntos, sin nadie que nos moleste. ¡Hazlo por mí..., y por ti!
- Lo intentaré.
Ya estaban cortándolo y, de repente, suena el timbre. ¡Es la policía!
Respiran hondo, ocultan todo y abren la puerta.
- Buenas noches, disculpen, hay un vecino que se queja de un grito, ¿saben algo?
- Eh... ¡No,  no! Estábamos aquí  viendo la televisión.
- ¿Seguro? Todos afirman que fue en este piso.
- Por supuesto que no, entren y registren la casa, no hay nada.
Así lo hacen y no lo hallan.
- Tenéis razón.
- Aquí sólo estamos nosotros dos.
- Perdón por la hora, ya veo que hay vecinos a los que le gusta molestar.
- No nos cuente.
- En fin, buenas noches.
- Buenas noches.
¡Por un pelo! Se ve que los vecinos tienen buen oído, lo que ya no importa. Ahora les toca descansar, lo pasarán genial allí juntos. 
Lo único que les falta es: ¡Tirar al muerto!

Raquel Urgorri

sábado, 14 de febrero de 2015

jueves, 12 de febrero de 2015

"Mi profesor ideal"


Alguien que siempre haga lo mejor, preocupado por nuestro futuro, y con mucha experiencia. 
Eric


Mi maestro ideal sería muy divertido con los niños. Trabajaría mucho. Nos explicaría todo lo que no sepamosde
Nos contaría sucesos que le pasasen en su vida; nos enseñaría a ir bien por la vida sin cometer imprudencias...
Cristina



Sería gracioso y divertido. Nos enseñaría cosas nuevas. Si algo no entendemos, nos lo tiene que explicar. Y si estamos enfermos y faltamos, debe llamar para saber si estamos bien.
Alicia


Alto, de ojos azules y rubio. Amable, que explique muy bien todo (y le guste), cuente chistes, no castigue y mande pocos deberes.
Álvaro


Me gustaría  que explicase bien los conceptos. Sea como sea, venga como venga, siempre nos haga reír, aunque sea de alguna tontería. Y estricto para intentar que nosotros, poniendo  de nuestra parte, entendamos las explicaciones y no tengamos dudas.
¡Un maestro como un segundo padre!
Lena


Alguien que nos ponga como máquinas.
Laura


Moreno, alto y delgado, de pelo gris, con los ojos verdes y alguna arruga.
Bueno, simpático, exigente, inteligente y trabajador.
Evidentemente, le debe gustar su trabajo.
Olga


Mi profesor ideal es una persona a la que le gusta trabajar mucho, amable y gracioso.
A la hora de enseñar nos lo hace más fácil; mete mucha caña; y es justo, por lo que, cuando cometemos un error, nos lo corrige y, si tiene consecuencias, seguro que las merecemos.
Raquel Loureda


Para mí, es una persona que nos haga reír, que nos facilite las explicaciones; que nos ponga cuestiones de otros cursos para aprenderlas y que nos resultasen más fáciles.
Aparte de ser nuestro profesor, sea nuestro amigo, nos ayude y podamos comentarle nuestros problemas; en fin, alguien en quien podamos confiar y nos ayude continuamente.
Sheila


Serio, exigente, trabajador y justo (sin abusos). No vendría mal que pusiese deberes.
Alejandro


Un maestro que explique muy bien y con orden; gracioso y que cuente sucesos curiosos.
Rubén


Quiero que sea inteligente, serio, amable y simpático. Le ha de gustar que se trabaje en clase; eso sí, sin poner muchos deberes y sin castigos. Y un día a la semana, por lo menos una hora, nos deje hacer lo que queramos.

Víctor


Yo quería un profesor bueno, trabajador y, sobre todo, muy amable con todos los niños.
De explicar algo, si no se entiende, que sea paciente y la vuelva a explicar.
Si estamos trabajando, lo hagamos todos; si no, ninguno.
De castigar, siempre que se merezca.
Paula


Amable, divertido, trabajador, instintivo, seguro, amable e inteligente.

Pablo


Un profesor perfecto sería alguien que enseñe muy bien, gracioso y bueno.
No me gustan los deberes ni los castigos.
Rodrigo


Para mi gusto, preferiría que fuese mayor, sobre los cincuenta aproximadamente, por su experiencia.
Simpático, para vacilarnos un poco cuando está de buen humor.
Siempre me agradaron los que cuentan historias de su pasado, ya que podemos aprender de ellas.
Y, por supuesto, inteligente.
Raquel Urgorri


Un profesor perfecto sería uno muy trabajador, que sepa cómo son y qué errores cometen sus alumnos para sacar lo mejor de ellos. 
Hacer trabajar pero con descanso (si se merece).
Justo, y lo más importante: el disfrute con su trabajo.
No me importa el físico, porque no afecta a esta profesión.
Juan


Serio, pero que te haga reír; trabajador, rápido, eficaz y con carácter.
                                                                                   Nicolás Rioboó





miércoles, 11 de febrero de 2015

"Nuestras cualidades"


(Hay que averiguar quién es cada uno de los que se describe.)


Soy testarudo, insisto mucho; sincero, porque digo siempre lo que pienso de verdad; y un poco escurridizo porque me alejo de lo que no me interesa.


Ordenada, un poco cotilla y algo despistada. Me gusta relacionarme con otros niños y jugar con ellos; a veces soy un poco tímida, pero luego se me pasa.


Divertida: siempre estoy alegre. Les regalo cosas a los niños hechas por mí, les presto el material que necesitan. Suelo ayudar a la gente.


Mi primera cualidad es que soy muy rápido, aunque a veces me ganan; la segunda la simpatía, siempre trato bien a todos, especialmente a quienes acabo de conocer; y mi gracia hace sonreír a los demás.


Me considero una persona con espíritu positivo. Soy muy generosa, pero siempre que sea recíproco: si  no lo son conmigo, lo siento... "Mano que da, mano que recibe".
Suelo ser bastante simpática; pero, cuando me enfado...
Antes era un poco desordenada; ahora, con la influencia de mis padres, siempre recojo las cosas. 


Amable, buena, cabezota, testaruda, despistada, insegura, simpática, alegre, pensativa y solidaria.
No soy perfecta, tengo muchos defectos, como todo el mundo; espero que a lo largo de mi vida los vaya puliendo y consiga ser cada vez mejor.


Responsable, ordenada, sincera, cariñosa y alegre. Comparto mis cosas; ayudo a alguien que lo necesite o si está triste o disgustado; cuando está enfadado, intento que solucione sus problemas.


Sincera, directa, amable, cariñosa, trabajadora, alegre y solidaria.


Muy flexible, puedo poner mis piernas detrás de la cabeza.




Muy divertida y alegre. Me encanta cuidar a mis mascotas, soy muy cariñosa con ellos.


Me gusta ser amable y simpático, aunque hay días en los que me enfado bastante. Disfruto estando con mi familia y mis amigos.


Normalmente soy buena; en cambio, cuando discuto con alguien, llego a ser algo mala.
Soy graciosa y divertida; si me enfado, me pongo de morros y hasta que pasa un rato no vuelvo a estar tranquila.
Muy ordenada y creativa: cuando voy al campo, me siento en una toalla boca arriba, miro las nubes y me pregunto qué puede haber allí.


Disfruto compartiendo mis cosas, sincero, tímido, generoso, cariñoso y manitas.


Bueno, tímido y callado. Bastante vago en los estudios.


Amable, generoso, ayudo a los demás cuando lo necesitan; muy cariñoso, por lo que tengo tantos amigos por todas partes.


Me considero simpática, aunque, a veces, un poco cabezota. Atenta y dulce; amable y muy cariñosa con la gente que quiero, me llevo bien con todo el mundo. Muy dormilona. Amante de los animales: ¡No podría vivir sin ellos! 




lunes, 9 de febrero de 2015

"Sorpresa sin precio"



No sé si bastará con esta foto
 para agradeceros vuestro cariño.
Genaro Veira