lunes, 20 de noviembre de 2017

"Alba y el mar"

Es una niña que tiene un padre marinero al que quiere mucho.
Un día fueron los dos de pesca y capturaron muchos peces.

Cerca de una pequeña isla vieron una luz y salió una sirena enganchada a la red. La rescataron, ella les agradeció el esfuerzo y se hizo muy amiga de la niña, fueron inseparables. La llevó junto al refugio de su familia y les contó lo sucedido.
Como a la pequeña le costaba respirar, las sirenas le hicieron un conjuro para tranquilizarla y que pudiese hacerlo.

Mario

"Las vacaciones en el mar"

Julián y Ana son dos hermanos que van a pasar las vacaciones en el pueblo de sus abuelos al lado del mar.
Lo disfrutan siempre mucho: montan en bicicleta, pasean por la playa, van a pescaron su abuelo; y su perro Tim lo pasa tan bien como ellos corriendo al aire libre.

Un día deciden apuntarse al club de buceo. Esa noche no durmieron nada con los nervios; pero al día siguiente  no pudieron ir porque el mar estaba muy agitado y había unas fuertes olas.

Por fin, cuando les fue posible, se pusieron sus trajes de neopreno y junto con el monitor se sumergieron en el agua. Iban detrás de él bajando, hasta que llegaron al fondo: ¡Todo les parecía maravilloso!
Se cruzaron con dos tortugas enormes, peces de infinitos colores nadaban a su alrededor, y no se asustaban al verlos.
Sobre la arena, algas marrones y verdes moviéndose; estrellas de mar muy variadas.

Más adelante se encontraron una barca hundida, se acercaron, había rocas y un montón de peces, creyeron ver un pez payaso.

Ya se tenían que ir, se quedaban sin oxígeno.

En la superficie vieron tres delfines saltando en el agua.

Les gustó tanto que ya querían volver-

Laura 

"La familia de los caballitos de mar"


En el fondo del mar, en el maravilloso reino submarino, vivía Betta, un hermoso pez, con la familia de caballitos de mar. Aquella mañana, como siempre, paseaba con su amigo Gustavo, el más pequeño de todos ellos.

Cuando los caballitos tenían libre, jugaban con él al escondite; pero casi siempre estaban trabajando porque en el colegio les mandaban muchos deberes. Aun así, les gustaba mucho asistir a clase porque tenían una pizarra con forma de coral.

Como Betta era el más listo, podía sacarlos de peleas con otros peces, por lo que lo nombraron como si fuese su rey. 
Hacían muchas fiestas a las que también invitaban a sirenitas y a los más hermosos: el pez mandarín, el pez payaso, el pez león...

Ariana

viernes, 17 de noviembre de 2017

"Los guardianes del océano"

En una bahía cualquiera hay mucha contaminación, el mar está enfadado: no deja vivir a los peces, moja a todos los veraneantes, lo más grave es que quiere que haya sequía.

Romtaquetiu va a tratar de evitarlo, junto con Rosbiftentif, su amigo y compañero de oficio.

- Hoy hace sol, el mar volverá a hacer sus maldades. - dijo Romtaquetiu.
- Creo que ya ha empezado el  espectáculo.- contestó su compañero,
- ¡Tengo miedo!
- Al igual que todos nosotros. - habló el capitán.

Tras una larga lucha, consiguieron calmar el océano; y recomendaron al alcalde una ley de anticontaminación.

Los guardianes recibieron muchos premios.

Manuel

"Rossbuel"

Este es el nombre de uno de los mares a donde van los surfistas.

Un día, con tantas olas, empezaron a desaparecer todos los peces, por lo que decidieron ir a buscarlos.

Semanas después, Pablo, un submarinista, se puso su traje de buceo y se metió en el agua. ¡No logró ver nada!
Volvió nuevamente y bajó a mayor profundidad, dándose cuenta que algo raro estaba pasando: ¡A los animales les daba miedo salir  a la superficie por culpa de los humanos!

Logró convencerlos de que no iban a correr peligro alguno, y todos volvieron a aparecer.

Ana dos Santos

"El espantatiburones"

Había una vez un pececito aventurero al que así le llamaban.
Trabajaba obteniendo información de los tiburones que atacaban a los tiburones marinos.

- ¡Estás loco de remate! - decía su madre.
- ¡Jamás lo conseguirás! - añadía su padre.
- ¡Ya veréis! ¡Lo voy a conseguir!- Les repetía una y otra vez.

Un día, su jefe le mandó hacerse amigo de un tiburón. El le replicó que no podía hacerlo, por una ley que lo prohibía.
Antes de que pudiese acabar la frase, le cerró la puerta en los morros.

Tuvo que pasar muchos sitios peligrosos con: delfines piratas, orcas...
Llegó a donde había un tiburón ballena, no lo comió, vivieron juntos y pasaron muchas aventuras.

Daniel

martes, 14 de noviembre de 2017

"Un perro mágico"

Había una vez una familia de seis personas: los abuelos, los padres y sus hijos.
Un día, en el cumpleaños de uno de ellos, pensaron y decidieron en regalarle un perro distinto a los demás.
Fueron por la calle hasta llegar a una perrera, que encontraron fácilmente.
Un perro les llamó la atención: era de color rojo, con unos dientes muy grandes, unos pinchos en su espalda y unas patas muy cortas. Lo compraron y se lo llevaron a casa.

Al día siguiente, el animal los despertó a todos con un ladridón, tenía tanta hambre que no veía. Uno de los pequeños quería darle chocolate con mucho azúcar, pero la madre le dijo que no, ya que se podía quedar ciego, le podría sentar mal semejante cantidad.
Al momento, echó la mano hacia arriba para que no pudiese ni olerlo. 

Desde entonces, supo que cualquier abuso a la hora de la comida es peligroso.

Piero

domingo, 12 de noviembre de 2017

"Una familia alocada"

Existía un planeta llamado Margoo; allí vivían unos seres llamados "margooneros", que eran muy especiales: tomaban gaseosa para beber, y para comer chupaban una especie de roca con un agujero en medio que soltaba un líquido verde.

Había una familia: los Rondex. El padre era así: alto, con tubos en la cabeza y con tres ojos. La madre era igual, sólo que con las pestañas más largas. El hijo era: bajo, con dos tubos iluminados y también con tres ojos. El abuelo con unos tubos que echaban vapor.
Sus nombres eran: Ron, Lita; Sandix y Borgon.

Como todas las familias, tenían una rutina: se levantaban a las ocho, desayunaban, iban al colegio, y el abuelo a pasear un rato. A medio día comen y, si da tiempo, limpian un poco su "digicasa", el tipo que hay allí. Por la tarde estudian, juegan y pasean con la "probicicleta", una bicicleta con reposabrazos y con los pedales en el manillar. Por la noche, sueñan lo característico de esa familia: cada una tenía los suyos propios.
Los fines de semana se van a algún sitio apartado, o ven a los dinosaurios en su hábitat natural.

Así es una familia en este planeta tan raro.

Iker

"¡Que familia!"

Está compuesta por un padre, una madre y dos hijos.

Todos tienen dos cabezas rosas, el cuerpo estrecho, ocho brazos y uno de sus pies de color azul.

Visten con una prenda ancha que les llega hasta los pies, gorras naranjas y un bañador amarillo como un limón (la madre con un biquini rosa). 

Tienen el mismo carácter: enfadadizo, pero delicado. Así son ellos.

Sólo comen lápices y gomas de borrar, tomates... Y beben agua y coliflor triturada.

Los niños juegan a todo menos a la pelota, porque no se quieren hacer daño.
Los padres hacen su trabajo y cuidan a sus hijos y su casa.

Antía


"La familia Escobar del Barrer"

Es una rara familia.

El padre está siempre ido, es irrespetuoso, desleal, un ligón - es guapo; le da absolutamente igual no haber terminado el bachillerato; y muy traste: le gusta poner chinchetas en el sofá.

La madre siempre está suspirando y quejándose por todo; la conocen como Angustias, aunque su verdadero nombre sea María del Monte Querella del Barrer. Le gusta cocinar; cuando está enfadada, le añade pimentón picante a sus recetas.

El hijo es muy torpe, también conocido como "el orejas": las tiene tan grandes que parece que va a echar a volar, adivinad con qué aplaude... De mayor quiere ser barrendero.

¡Vaya familia!

Manuel

"La familia estrafalaria"

Mi padre es muy estrambótico, raro, alocado, y un fan de los muertos.

Mi madre lleva ropa extravagante, habla sola y le gusta comer todo tipo de insectos.

Mi hermana tiene un nombre muy extraño; su aspecto es muy atípico, con la cara en forma de donuts; y muy simpática: tira todas las cosas que se encuentra a su paso en los váteres de casa. Le encanta llevar pendientes con sabor a chocolate.

Por último, yo, la hermana mayor, soy muy ridícula, tengo gafas con forma de plátano. Llevo la ropa toda rota y tengo el pelo lleno de pan Bimbo. Me gusta pintarme lunares en la cara.

Ariana

"Una familia monstruosa"

Mi madre es muy "guay": alta y con  mucho pelo, con cuatro dedos en cada mano y en cada pie.

Mi padre tiene ocho millones de pelos (lo sabemos porque se los contamos); es muy alto, mide trescientos metros.

Los abuelos tienen barba azul y son muy pero que muy peludos, además de ser sordos.
Las abuelas son muy bajas, miden noventa metros.

Mi padrino no es inteligente, pero sí listo, y se dedica a cantar. Mi madrina muy guapa y baja... Y millonaria.

Mi tía es muda y un poco patosa. Mi tío un poco feo y un pesado; sólo le salva lo bien que toca la flauta.

Mario


viernes, 10 de noviembre de 2017

"Familias raras"


El padre tiene el pelo dorado, los ojos negros y tres dientes de oro. Mofletudo, robusto... ¡Y sucio!
Inteligente, amable, histérico, creído...

La madre tiene escamas plateadas en la piel, trenzas, los labios pintados de negro y braquets.
Ordenada, simpática, mala y bribona, siniestra... Limpia y ordenada.

El hijo mayor es alto y delgado, tiene manchas rojas, dos lenguas, y lleva pendientes.
Revoltoso, miedica y rebelde.

La hija pequeña tiene pelo marrón por todo el cuerpo, ojos amarillos y una cola.
Formal, buena y un poco chulita.

Daniel

Mi madre tiene los ojos morados, siete dedos, el pelo con dos chichos. 
Toca muchos instrumentos, como el piano. 

Mi padre hace piruetas en el aire, además de ser un gran jugador de fútbol.
Le encanta viajar a Marte.

Mi abuela paterna es de color rosa, tiene una gran melena como de aquí a China, y tan alta como un rascacielos.
La materna es como una hormiga, la tenemos que mirar con lupa.
Hace unas comidas riquísimas aunque, como son tan pequeñas, tiene que hacer una pota para cada uno.

Mi abuelo es alto y rubio. 
Tiene el poder de viajar en el tiempo.

Laura

 Mi padre, Suso, prepara la mejor comida del mundo, su pescado está riquísimo, y su merluza guisada aún mejor.

Mi madre, Eva, es una agencia de todo chicas, en la que no trabaja ningún chico. Tienen robots de alta calidad.

A mi hermano Yago, cualquier cosa que le tires la coge: como portero, para todo.

Y yo soy la mejor montando a caballo, incluso hago piruetas sobre él. 

Inés 

Había una vez una familia con seis personas: padres, hijos y abuelos.
Un día, los niños estaban en el parque y decidieron jugar al escondite: uno se cayó y la nariz se hizo de un centímetro; a la hija, del susto, se le cayó el pelo; el padre se volvió enano, la madre gigante; al abuelo se le encogió la piel, y la abuela sorda. ¡Menuda desgracia!

Al cabo de tres horas se olvidaron de todo, ninguno sabía lo que había pasado.
Cuando fueron a trabajar, todo el mundo los miraba. Pensaban que iban a la moda y se chuleaban.
Finalmente, aprendieron que presumir no sirve de nada.

Piero

Mi padre es un robot de hojalata  al que siempre le piden piezas. ¡Es un héroe!

Mi madre es una súper modelo, lleva un pintalabios que deslumbra.

Tengo trescientos hermanos y hermanas, todos alienígenas con la forma de bolis.

Yo soy la más normal, aunque mi piel sea de color verde.

Lola 

La madre cantaba para decir algo. El padre duerme de día y trabaja de noche. El abuelo nunca come, la abuela sí, incluso las gomas de borrar. Una hija no hace nada y la otra siempre está dormida.

Son tan raros que, normalmente, no comen nada en todo el día, excepto insectos de toda clase que sacan del patio de su casa: ¡Su mesa es la cama!

Tienen una mascota muy peculiar: un loro que trabaja.

Antonella


Tengo una familia muy rara: mi padre es una hormiga, mi madre una salamandra, mis abuelos con dos cabezas. ¡Y en mi casa un dónut enorme!

Todos estamos tan locos que nos pegamos por todo; discutiendo, se arma un lío de mil demonios.

Siempre que entro en mi casa, casi nunca hay orden. Mis gatos siempre están maullando, son muy pesados porque quieren comer los muy hambrientos. Tengo dos: uno ciego, el otro normal. ¡Los quiero mucho!


Niko   

Mi madre, Belén, es espía profesional, muy conocida en todo el mundo. Aparte de eso, es algo rara: de pequeña, lo único que hacía era leer todo el día, incluso en la comida.

Mi padre, Fran, es futbolista, le pagan al año una suma extraordinaria de euros; de pequeño, lo único que hacía era jugar al fútbol.

Mi hermana, Marta, tiene veintinueve años y es jueza; le encanta, pero no estoy muy convencida: de pequeña sólo estudiaba, todo el mundo la llamaba empollona...

Yo soy policía local, de lo cual disfruto; a veces, encarcelo a personajes famosos.

Ana Pereira

Cada familia es distinta: sus normas, sus costumbres, sus trabajos... Pero la mía es muy diferente.

Tengo un padre que se dedica a ser payaso en el circo, mi madre malabarista y mi hermano mago. Todo esto lo hacen dentro y fuera de casa. En mi piso siempre hat platos, cucharas y potas volando, si mi hermano no las hace desaparecer.
¡Lo más divertido son las escenas de mi padre!

¡Ahhhh! Me olvidaba de presentaros a nuestra mascota Eli, una elefanta rosa. ¡No sabéis lo bien que riega el jardín con su trompa!

Diego